lunes, 30 de noviembre de 2015

Quinta edición del Festival Fractal


Quinta edición del Festival Fractal


Entre los días 20 y 27 de noviembre se ha celebrado en Albacete la quinta edición del Festival Fractal. De nuevo, la poesía ha salido a las calles y ha tomado los bares; de nuevo hemos podido disfrutarla y compartirla, mezclada además con la música, el cine, las artes plásticas y la fotografía, como siempre. En el reinado de la vulgaridad y de la palabra vacía, de lo sucedáneo y de lo insultantemente fácil, se hace cada vez más necesario habitar en la poesía.



Fractal se presentó el viernes 20 en la Escuela de Arte, con una exposición de Chema Arake titulada “Misterios” y un taller de Sergio Delicado. Ambos artistas son ya asiduos, sobre todo Chema Arake, tras cinco años prestándole la imagen gráfica al festival y a los libros editados por Fractal, y dotándolos de esa identidad característica. Esa misma tarde, pudimos escuchar, en el Café del Sur, a Javier Lorenzo Candel recordándonos algunos poemas de Juegos de construcción y Manual para resistentes, así como algunos magníficos textos inéditos. También sirvió para presentar la novedad discográfica del sello Vanitas: Amoretti o las tribulaciones de John Thomas Farwell, un diálogo entre los poemas del libro homónimo de Javier Lorenzo y el clavecinista Andrés Alberto Gómez, junto a la voz de la actriz Ana Casas en el recitado.

Acompañó a Javier Lorenzo en su lectura Matías Miguel Clemente, recién llegado de Turín y con un nuevo y esperado poemario: Dreno. Editado por La Bella Varsovia, el libro ofrece una sugerente colección de poemas en prosa que nos sumerge en el particular mundo creativo de su autor. Y por la noche, en el café Época, otro recital a cargo de Pedro Mateo, que acaba de publicar Funeral Tropical, y José Iván Suárez, además de la actuación del cantaor Alejandro Villaescusa.


El sábado 21 comenzó con la entrega en la librería Popular del III Premio de Poesía Festival Fractal y la presentación del libro ganador, Armonía en rebelión de José Alfonso Iglesias Huelga. Un interesante acto en el que el ganador dejó constancia de sus dotes de gran comunicador realizando una hermosa defensa de la Filosofía y de la poesía, plagada de referencias y homenajes a grandes maestros como Emilio Lledó o Eduardo Galeano.

Este fue sin duda el día fuerte del festival, ya que la tarde y la noche venían también repletas de actividades en diferentes lugares: Primero, en el magnífico espacio artístico y social de La Casa Vieja, donde, entre una exposición del pintor José Enguídanos y otra a cargo de los artistas Rafael Picó y Marta Gómez, titulada “Memorablemente”, pudimos escuchar las voces de María Moreno y de Lucía Plaza. Ambas ofrecieron un recital realmente interesante, de una gran altura poética. María Moreno presentó un libro recién editado por Políbea, The Woman Under The MangoTree, que le hizo alzarse con el premio de poesía “Javier Lostalé” y en el que propone una serie de acuciantes preocupaciones sociales y una personal visión sobre el Caribe, donde residió durante dos años. Lucía Plaza, por su parte, ofreció algunos poemas de su estupendo y delicioso Lonely Planet, que ya había presentado hace unos meses y con el que volvió a cautivar al auditorio. A continuación, nos visitó en una nueva ocasión el poeta alicantino Natxo Vidal con un espectáculo musical en torno al libro Ícaros desorientados.


Por la noche, en La leche militina, llegó el turno para la editorial sevillana La Isla de Siltolá. Su responsable, el poeta Javier Sánchez Menéndez realizó una breve lectura, en la que destacaron dos poemas inéditos dedicados a la figura de su madre, y presentó a los poetas albaceteños que han publicado recientemente en su sello, esto es, León Molina, Rubén Martín y Javier Temprado, a los que se hubiera unido Julián Cañizares de haber podido viajar hasta Albacete. Durante la velada, el público disfrutó de los aforismos más hilarantes de Mapa de ningún sitio, de León Molina, con la belleza de Arquitectura o sueño de Rubén Martín, de la delicadeza y el lirismo de Los vértices del tiempo, de Javier Temprado, así como de la melodiosa voz y talento musical de Diego Yturriaga, que acompañó el recital con algunas de sus canciones.

Y quedaba el domingo. Después del apretado programa del sábado, aún hubo que guardar fuerzas para una tarde desbordante de poesía en El Café del Sur, primero, con la presentación de Cantando en voz baja, de Héctor Castilla, y de Breve teoría del desastre, de David Sarrión. Héctor Castilla ofreció un recital lleno de fuerza e intensidad, haciéndonos constantemente reflexionar sobre el papel de la poesía y sobre la autocomplacencia, con una más que notable prestancia en la voz y en el recitado. David Sarrión, por su parte, sorprendió con su verdad, con su poesía natural y sincera capaz de pulsar hasta los últimos resortes de la sensibilidad sin caer nunca en la afectación.

Pero había más. Nada más y nada menos que el gran Andrés García Cerdán con su Barbarie, Óscar Aguado y todo un referente de la poesía underground como Hipólito García “Bolo”. Esta vez en La leche militina, a última hora de la tarde, y fue de nuevo un placer escuchar a Andrés García recitando y explicando sus textos, una lección de literatura bien entendida y bien hecha, dentro de la modestia de todo gran poeta.
El festival se cerró el jueves 26 en la librería Nemo con la actuación de La Chica Charcos and the Katiuskas Band, y el día 27 con la inauguración de la exposición de Stephany Zagan “Bajo la piel” y la actuación musical de Karmento.

En conclusión, podemos afirmar que hemos asistido a una de las mejores ediciones de Fractal, en cuanto a contenidos y asistencia de público se refiere. Ha servido para sumar nuevos espacios como La Casa Vieja, la librería Nemo, El Café del Sur, recién inaugurado por el incombustible José Luis Aínsa, que se reengancha así a la vida cultural con un nuevo local, y para confirmar el apoyo de los primeros colaboradores como el café Época, La leche militina, Abycine o librería Popular. 


Pero, sobre todo, Fractal ha servido, una vez más, para recordarnos lo necesaria que es la poesía. No solo como un punto de encuentro y de reunión de afines, sino como una conquista necesaria del espacio público y del lenguaje para resistir al desastre, a la pertinaz y ruidosa invasión de la imbecilidad y la ignominia. Y una vez más, por desgracia, ni las instituciones ni los medios de comunicación de Albacete y de Castilla-La Mancha han demostrado –cambio político mediante- estar a la altura. A pesar de que el Ayuntamiento ha realizado la máxima aportación desde que se celebra el festival, sigue siendo totalmente insuficiente, y lo es por una cuestión de confianza y –por qué no decirlo- de ignorancia. Mención aparte merece el diario local La Tribuna de Albacete, atento como siempre a cualquier zarandaja provinciana antes que a un evento cultural de verdadera relevancia. Tuvo una amplia cobertura, eso sí, el encuentro de tunas universitarias que se celebró en la ciudad el mismo fin de semana.

¿Cuándo confiarán de verdad las instituciones en la poesía? ¿Para cuándo una consideración social para la poesía y el arte acorde a la relevancia que han tenido –y tienen- en el desarrollo de la sociedad? ¿No sería oportuno precisamente ahora, cuando día tras día estamos viendo amenazada y hostigada la idea de civilización? Sea como fuere, felicidades a Fractal y a todos sus colaboradores. El año que viene habrá más, seguro que sí. Suerte y ánimo.


Antonio Rodríguez





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